Contigo

Se oyen cantos a lo lejos.
La gente gira, creo, no sé si dentro
o fuera del espacio que ocupan.
No hay centro.
Y yo, atento, no puedo quejarme.
Celos quizá,
quizá miedo.
Pero no puedo quejarme de nada de nada.
El universo sigue a veces destruyendo
cosas, instantes, lugares, personas.
Destruye a su paso todo.
Todo lo consume por algún motivo.
Pero yo estoy inamovible y líquido.
Estoy sereno y solo.
Estoy en el centro.
Y todo el resto, no es nada más que eso,
resto.


Un amanecer, creo.
O un adiós, hasta luego.
O un segundo de despedida que se mantiene.
Y siempre todo coronado de la paz
de estar
precisamente
con la persona más importante.
La vida vuelve a rescatarme, ya siente de nuevo
el latido de mis pasos.
Un caminar despierto
bajo el dorado amanecer.
Ya digo adiós a las brumas,
porque estoy contigo.

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