Diarios

Tenía diarios que esconder
de la requisa
de esos ojos inclementes del tiempo
que todo acaban sabiendo.
El olvido será mi amigo.
O quizá el futuro entregue
signos ignotos, símbolos,
claves de los silencios indescibrables
en los que hayo mi alimento.
Vomito.
No sé si vivo ya.
Ocupo el espacio y el tiempo.
Dicen que vivo,
pero yo no puedo saberlo.
Dicen que la pena pasa,
que es rabia,
es ira,
es viento que muda,
que todo lo malo cesa.
Pero el atardecer llegó pronto
y se metió en mi cama.
Se posó cuando imaginaba
algo lejano
que no sé desentrañar.
Vivir es regresar siempre a los mismos caminos,
es andar y desandar sendas,
y la memoria es un incierto volver.
Arriba brilla una estrella
que quiere iluminarme
pero falla.
En torno mío sigue lo oscuro
donde me permito el silencio
y la paz.

Tenía diarios que esconder
de la requisa
de esos ojos inclementes del tiempo
que todo acaban sabiendo.
Te andaba buscando.

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